Durante los meses de mayo y junio, se representó en el Teatro Valle Inclán de Madrid la obra de El Inspector, dirigida por Miguel del Arco, quien también ha adirigido De ratones y hombres, que se representó en el Teatro Español esta primavera.
Esta versión de la obra era una adaptación a la época actual y hacía referencia a la corrupción política en España. La obra en sí es intemporal y puede aplicarse a cualquier localidad. Sin embargo, después de ver la obra, leí la original de Gogol (1836) y me dí cuenta que ambas versiones eran muy parecidas.
Los actores conseguían hacer reír a carcajadas al público, mediante una buenísima interpretación, especialmente por parte de Pilar Castro, como mujer del alcalde, Gonzalo de Castro, el alcalde, Macarena Sanz, la hija del alcalde, Juan Antonio Lumbreras (Iván, el falso inspector y mujer del concejal de sanidad) y Ángel Ruiz en el papel de moza de la posada y cantante.
La obra estaba llena de canciones y acompañada por tres músicos.
La escenografía me gustó mucho: la escalera servía a la vez para crear un espacio más y para dar movimiento. Las puertas que utilizaban también eran una buena idea, por ejemplo en la escena en la que el inspector es sobornado por los concejales, el juez, (y más o menos por los banqueros) o la escena inicial cuando el alcalde convoca un gabinete de crisis.
El escenario quedaba dividido en varios espacios en los que había simultaneamente varias acciones.
Sin embargo, uno de los defectos de la obra en mi opinión era el hecho de que los actores llevaran micrófono ya que en ocasiones dificultaba la comprensión del texto.
Otra escena que creo que era demasiado larga era una de las últimas, en la que se resuelve la acción mediante la lectura de una carta, en ella están presentes todos los personajes. Es una escena que no tiene mucha gracia y en la que había demasiado movimiento.
Si quereis ver la crítica de EL PAÍS, aquí está el enlace:
http://cultura.elpais.com/cultura/2012/05/16/actualidad/1337165111_508905.html
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